Los signos de admiración e interrogación

 

LOS SIGNOS DE INTERROGACIÓN

 

Estos son utilizados en enunciados interrogativos, tanto parciales —aquellos en los que la pregunta incide solo sobre una parte del enunciado y están introducidos por pronombres o adverbios interrogativos— como totales —aquellos en los que la pregunta incide sobre todo el enunciado y admiten simplemente un sí o no como respuesta—

Ejemplo:

¿Cuándo llega tu madre?; ¿Vendrás a cenar a casa esta noche?

A veces, el enunciado interrogativo parcial está solo compuesto del pronombre o adverbio interrogativo, precedido o no de preposición:

Ejemplo:

¿Cómo?; ¿Quién?; ¿Qué?; ¿Cuándo?; ¿Por dónde?; ¿Con quién?; ¿Por qué?

 

 

En las llamadas interrogaciones retóricas, esto es, en enunciados interrogativos que no son verdaderas preguntas a las que se espera que responda el interlocutor, sino que constituyen un modo de expresar indirectamente una afirmación

Ejemplo:

(¿Acaso nos resignaremos simplemente porque hemos fracasado la primera vez?).

 

En una exhortación

Ejemplo:

(¿Por qué no te callas?).

 

A veces tienen intención irónica

Ejemplo:

(¿Se han creído ustedes que soy tonto?).

 

O por ultimo en una situación intimidatoria

Ejemplo:

(¿Es que quieres que se lo diga a tu padre y te castigue?).
 

 

LOS SIGNOS DE EXCLAMACIÓN O ADMIRACIÓN

Encierran enunciados exclamativos, caracterizados por su mayor énfasis acentual y por una entonación que puede ser ascendente, descendente o circunfleja (ascendente-descendente).

Se usan en los casos siguientes:
 

En enunciados exclamativos propiamente dichos.

Ejemplo:

¡Eso es una maravilla! ¡Qué magnífica organización!

En interjecciones, que son aquellas voces que se utilizan para expresar sentimientos o estados anímicos

(¡ay!, ¡bah!, ¡oh!, ¡uf!)

 

Para estimular o incitar a la acción al interlocutor

(¡ea!, ¡aúpa!).

 

Para imitar ruidos de la realidad

(¡zas!, ¡pumba!, ¡plaf!),

 

Como fórmulas de saludo, despedida o cortesía

(¡hola!, ¡adiós!, ¡enhorabuena!).

En expresiones interjectivas, también llamadas interjecciones impropias, que son aquellas palabras o grupos de palabras que, no siendo normalmente interjecciones, pueden funcionar como tales en determinados contextos y con la entonación exclamativa correspondiente.

Ejemplo:

¡hombre!, ¡anda!, ¡cuidado!, ¡vaya por Dios!, ¡claro!